Etapa 22 - Martes 10
de septiembre de 2013
Foncebadón
– Ponferrada (24,30 km )
Viejas heridas
Se
cicatrizan, dejan sus marcas, pero no impiden seguir adelante. Se curan con
amor, con dulzura, con aceptación. Se curan hablando, haciéndolas palabras. No
debemos dejar que sigan hiriendo, carcomiendo la carne y el alma, llevándose
las ilusiones.
Como las
cicatrices que dejan un corte en la piel, duelen una vez, luego la marca nos
recuerda la precaución para la próxima, pero ya no duele, solo advierte. Y no
por eso dejamos de mirarla, de recordarla, de maquillarla; y seguimos
intentando hacer aquello que estábamos haciendo cuando se nos hizo la herido,
pero de otro modo, que no nos lastime.
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